Excelente original norteamericano: la salsa barbacoa
En América del Norte, la salsa barbacoa es algo que bajo ningún tipo de circunstancia puede llegar a faltar en un “grill” en el patio de la casa, y es entendible por qué. Va increíblemente bien con carne y no sólo con hamburguesas.
Es excelente como aderezo para carne horneada o a la plancha. Se puede utilizar como sustituto también de la salsa de tomate en una pizza a la parrilla (barbacoa).
Una característica muy peculiar de la salsa barbacoa es que en Estados Unidos, cada familia se enorgullece de tener su propia receta familiar heredada de generaciones anteriores y, según cada familia, su receta es mejor que cualquier otra. Existe una especie de “competencia implícita” entre salsas cuando varias familias se juntan a almorzar, y cada una guarda celosamente el “secreto” que tiene su salsa.
Es así que no existe una “receta” fija, sino que éstas pueden variar considerablemente según los gustos y las costumbres. Las salsas barbacoa de conocidas marcas de supermercado no están nada mal, pero siendo que es fácil de preparar y se puede hacer muy al gusto personal, vale la pena hacer el intento. Toma esta receta como una mera sugerencia:
Media taza de kétchup
1/4 de cebolla, picada fina
Dos cucharadas de azúcar morena
Una cucharada de mostaza (preparada, no en polvo)
Una cucharada de salsa Worcestershire (o equivalente, está cerca de la Tabasco en el supermercado en general)
Un cuarto de cucharada de ajo en polvo
Media cucharada de pimentón
Mezclar todo y cocinar veinte minutos a fuego medio.