La enfermedad que padece el Joker es real y un paciente explicó cómo es vivir con ella
La película Joker presentó una condición mental que ha llamado la atención de muchas personas: el no poder controlar la risa, aun en situaciones que no ameritan una carcajada.
Conocida en términos médicos como afección seudobulbar, esta enfermedad provoca que quien la padece tengas explosiones emocionales severas, como llorar de manera incontrolable aunque no esté triste o reír a todo pulmón aunque no se sienta feliz.
Esta condición afecta la calidad de vida de las personas, pues quienes la sufren no pueden controlar estos impulsos. Ante el desconocimiento de la enfermedad, la sociedad muchas veces los aísla, tal como ocurre con Arthur Fleck en Joker.
Para ayudar a crear conciencia sobre este tipo de trastornos, una persona que sufre afección seudobulbar dio una entrevista a LadBible, en donde reveló los problemas de vivir con esta condición.
El hombre, identificado como 'Mr. Lotan', ya había aparecido en algunos videos en Youtube donde se reía de manera descontrolada y hasta se ahogaba por tanto reír.
El hombre aseguró que vivir así no es nada sencillo, ya que sus ataques duran hasta 10 minutos y quienes están a su alrededor se incomodaban con él de manera significativa.
Si se encuentra en un sitio público, como un restaurante, los meseros llegan al grado de negarle el servicio. Algunas personas piensan que se está burlando de ellos y buscaban comenzar una pelea.
Por si esto no fuera suficiente, 'Mr. Lotan' relató que la condición lo atacó en uno de los peores momentos de su vida. El hombre pidió la mano de su pareja en una fiesta y cuando iba de regreso a casa con su madre y su prometida, sufrieron un grave accidente automovilístico donde ambas perdieron la vida.
Esta historia es muy similar a la revelada por la mujer identificada como Susan, quien en entrevista con Psycom detalló que su esposo también sufre de esta condición y esto ha afectado su calidad de vida.
A diferencia de Lotan, el esposo de Susan no puede parar de llorar ante estímulos sencillos que no necesariamente son tristes.
¿Conocías esta condición?
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