Esto es lo que deberías evitar hacer ante un berrinche de tu hijo para una educación más asertiva
Si hay algo que me molesta es que mis hijas tengan rabietas o berrinches. No hay nada más frustrante para mi que eso. Lidiar con estos momentos no es fácil para ningún padre.
Todos los padres pasamos por las rabietas en mayor o menor medida. En algunos casos se transforman en algo inmanejable, pues los berrinches llegan a tal nivel que se nos hace muy difícil controlarlos y ¡se produce un concierto de gritos y llantos que ni te digo!
Por regla general, los berrinches ocurren porque hacemos cosas que no deberíamos hacer como las que te voy a contar a continuación.
Ceder
Cuando dices «no», ¡es no! Si tu hijo empieza a gritar y a llorar como loco, no debes cambiar de idea y decir «si» para que se calme. ¿Sabes por qué? ¡Porque se dará cuenta que haciendo berrinches conseguirá siempre lo que quiera! Entonces todo se transformará en un cuento sin final.
Aunque te cueste, ¡no cedas! Tampoco intentes solucionarlo enseguida, si quiere algo pero no puedes comprarlo o sabes que será perjudicial para la salud, ¡no se lo des! Deja que se calme solo.
- Ver también: «Problemas de conducta comunes en los niños de 5 a 10 años»
¡Gritar!
Yo sé que puede ser difícil mantener la calma y no pegar un grito que despierte gente que está durmiendo en Australia, pero lamentablemente es la única forma de que los gritos de tu hijo no incrementen su volumen hasta llegar a un nivel insoportable.
Recuerda, a pesar de que sientas ganas de explotar, ¡no grites! Respira hondo, cuenta hasta 10 y deja que el berrinche pase por si solo.
Preocuparte por lo que piensan los demás
A todas nos pasó antes de tener un hijo que veíamos a los niños en el supermercado o en la calle haciendo berrinches y pensábamos «¡qué mala madre!» Eso siempre va a pasar. Por eso, mejor ni te pongas a analizar qué es lo que piensan los demás y solo haz tu parte: ser el mejor padre o la mejor madre de tu hijo y no ceder ante los caprichos a pesar de las miradas de desaprobación con las que te puedas encontrar donde esto ocurra.
Tratar de distraerlo
Intentar distraerlo de su berrinche solo te dará resultado por un rato, pues cuando recuerde el porque de su rabieta, ¡volverá con más fuerza! Lamentablemente no queda más que esperar que se calme y después explicarle el motivo por el cuál le dijiste que no.
Es difícil lidiar con los berrinches de los niños, a veces llega a ser frustrante y se nos hace muy complicado, pero no hacer estas cosas marcará la diferencia entre un niño caprichoso y uno que comprende por qué a veces le negamos algunas cosas.