Si besas a tu hijo en la boca, para de una vez: especialista explica lo que puede salir mal
Besar a los hijos con cariño es algo totalmente natural, pero incluso en los mejores escenarios de crianza, hay que tener mucho cuidado de los contextos en donde éstas muestras de afecto se desarrollan.
Darles besos a los niños en la boca es algo que muchos padres pueden hacer de manera inocente, e incluso, no son raras las fotografías en donde padres e hijos posan dando "piquitos" en los labios.
No obstante, para la psicóloga experta en pedagogía Charlotte Reznick (UCLA), los besos en la boca NUNCA deberían tener lugar entre adultos y niños, no sólo por las conductas confusas que esto puede desenvolver en los infantes, sino por cuestiones de salud física.
A continuación, con base en la bibliografía de Reznick, se analizarán las repercusiones salubres y emocionales que dicha situación podría conllevar.
¿La salud física de un niño corre peligro si un adulto lo besa en la boca?
La Academia Americana de Pediatría (AAP) advierte que los menores de cinco años de edad, no tienen anticuerpos suficientes para luchar contra infecciones que pueden trasmitirse por besos.
Se habla desde caries hasta de una posible meningitis, y es que el adulto que las contagie puede ni siquiera padecerlas: simplemente el intercambio de saliva, podría transferir y resultar en diversos gérmenes.
¿Qué repercusiones emocionales pueden tener los besos recurrentes entre padres e hijos?
Para la doctora Charlotte Reznick, el tema de besar a los niños es bastante controvertido: en las mejillas es algo natural, pero en los labios se desarrolla todo un debate.
Y es que según comenta, "empiezas cuando son pequeños pero, ¿cuándo dejas de hacerlo?". En definitiva, no es lo mismo besar a un niño de 5 que a uno de 10. Lo mejor para evitar controversias individuales y familiares, es simplemente nunca besarlos en los labios, sin importar la edad.
Más allá del núcleo familiar también puede haber problemas: un niño que crece frecuentemente besado por un padre en los labios, puede verlo como algo muy normal. Sin embargo, conforme pase el tiempo, podría llegar a pensar que cualquier adulto puede hacerlo, dando lugar a un riesgo de abuso.
Tampoco son raros los niños que llegan a clases besando a sus compañeros como una muestra más de afecto, pero propiciando malos entendidos y comportamientos muy cuestionables a los ojos de terceras personas.
Cuando la conciencia sexual de los niños empieza a existir, el beso también podría confundirle al ser percibido como un estímulo. Ante cualquier escenario, la conclusión es: ¿besos de padres a hijos? Sí, pero nunca en los labios.
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