La depresión cambia la forma en la que vemos el mundo
Es fácil percibir que la depresión no es sólo una cuestión de estados de ánimo y no afecta sólo a nuestra mente. Las personas que padecen depresión cambian sus hábitos alimenticios y sus horas de sueño, y este estado influye prácticamente en todas sus actividades; es más, la depresión condiciona su forma de ver el mundo.
Es sabido que las personas depresivas tienen una menor cantidad de GABA, uno de los principales neurotransmisores inhibitorios. Éste está asociado a una habilidad visual llamada supresión espacial, la cual nos ayuda a focalizarnos en un objeto puntual, difuminando los objetos que lo rodean.
Con ello en mente, Julie Golomb y su equipo de investigadores de la Universidad de Yale han realizado un interesante experimento relacionado a la depresión. Para ello le pidieron a un grupo de personas con buena salud mental y a otras recientemente recuperadas de un tratamiento de depresión, que observaran esta animación de barras blancas moviéndose a través de un fondo negro y gris. La consigna era decir cuáles de las barras eran las que se estaban moviendo y cuáles no.
Cuando la imagen era grande, los ex-depresivos tendían a encontrar la tarea más sencilla, pero cuando la pantalla era pequeña eran los de buena salud mental los que conseguían la ventaja.
Según Golomb detrás de esto hay un condicionamiento que hace que las personas depresivas (o que han vivido la enfermedad) tiendan a ver el mundo de forma diferente. A diferencia de la buena salud mental, la depresión hace más fácil observar escenarios amplios y grandes, pero genera problemas a la hora de focalizarse en el detalle.