Los perros tienen un súper poder parecido al de Magneto y te explicamos cómo funciona
Se ha demostrado que los perros son capaces de regresar a un punto de origen cuando están sueltos, pero no es gracias al olfato ni a la memoria: tienen un súper poder parecido al de Magneto.
Los perros son una de las especies animales que tienen mejores habilidades de navegación. Prueba de ello son los perros mensajeros, de caza y aquellos perros perdidos que vuelven a casa después de un tiempo.
La orientación de los perros es un misterio científico, pero, hasta hace poco, tenía tres posibles explicaciones: seguimiento olfativo, exploración o memoria visual.
La respuesta más lógica sería que los perros se orientan para regresar a un punto gracias a sus capacidades olfativas, siguiendo un rastro hasta volver a su casa o destino encomendado.
La exploración se refiere a que los perros son capaces de buscar un camino más corto, aunque fuera un ruta desconocida.
La tercera explicación es que lo perros utilizaban memoria visual para reconocer puntos por los que ya habían pasado y regresar sobre los mismos.
La investigadora Kateřina Benediktová de la Universidad Checa de Ciencias de la Vida de Praga utilizó esos principios para demostrar que los perros poseen sensibilidad magnética.
Hay muchos animales; como las aves migratorias, algunas ratas o las langostas, que utilizan el campo magnético de la Tierra para orientarse. En 2013, el zoólogo Hynek Burda descubrió que algunos perros recorrían rutas de norte a sur para defecar y orinar, pero no tenía datos suficientes para comprobarlo, aunque algunos experimentos lo han respaldado.
Benediktová equipó a cuatro perros con rastreadores GPS y cámaras para estudiar su comportamiento en un bosque desconocido para los animales.
Como era de esperarse, los perros volvieron al punto de origen utilizando sus sentidos de exploración y la investigadora estudió las rutas guardadas en los rastreadores.
Al analizarlas, Benediktová descubrió que, antes de regresar, los perros recorrieron una ruta de 20 metros en una ruta precisa de norte a sur, como si intentaran orientarse. Según la investigación, esto no sería posible sin una sensibilidad magnética.
Cuatro perros era una muestra muy pequeña para tener conclusiones, así que la investigadora llevó a 27 perro a diferentes puntos desconocidos para sumar 223 rutas de exploración diferentes en tres años.
Los perros hicieron carreras de 1.1 kilómetros en promedio y, en 170 de ellas, los animales hicieron el recorrido de 20 metros en línea de norte a sur antes de volver al punto de origen.
Los perros que realizaron esa orientación cardinal fueron los mismos que encontraron una ruta más rápida y directa para volver a la investigadora, a pesar de que no conocían el lugar.
Aunque es un resultado interesante, la investigación no puede asegurar que los perros se orienten gracias al campo magnético de la Tierra ya que no hubo una coincidencia del 100%.
Benediktová repetirá el experimento con un imán en el collar de los perros para neutralizar el magnetismo. Si los animales ya no recorren la ruta de norte a sur, la sensibilidad magnética sería más probable respuesta a este misterio.
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