A Francisco Romero lo golpearon por dos días hasta que murió; el acusado del crimen es su patrón
HOUSTON, Texas. – Narciso Baños y Francisca Salazar Carrizales, al noreste de Houston.
El descubrimiento del cuerpo ocurrió el sábado 12 de agosto, a eso de las 7:30 pm, cuando oficiales fueron a inspeccionar la propiedad ubicada en el 11555 Ezekiel Road, de Tomball, en busca del hispano.
La pesquisa se realizó a petición de Ashley Gómez, esposa de Francisco, quien estaba preocupada de que le hubieran hecho daño tras recibir un extraño mensaje de audio de él y luego perder todo o.
“Como a las 12 o 12:30 de la madrugada del viernes (11 de agosto) entra un audio de WhatsApp y era él. Se escuchaba a una mujer, nomás escuchaba que le hacía como ajá… como que le estaban diciendo qué decirme”, detalló Ashley en entrevista con Univision 45.
En ese mismo audio, su esposo le dijo que se iba a quedar a dormir en el rancho y que de ahí saldría a trabajar, cosa que nunca hacía. Además, prometió que volvería a casa en la mañana de ese viernes.
Ashley les dijo a los investigadores del caso que algo le pareció sospechoso con el audio porque su esposo sonaba como si estuviera herido.
Mensajes desde el celular de Francisco Romero
Como Francisco no llegó a casa el viernes (11 de agosto) por la mañana, Ashley empezó a marcarle con insistencia, pero el celular parecía apagado.
Luego, a eso de las 10:30 am, entró un texto desde el número de su esposo en el que le explicaba que no había señal donde estaba y que solo quería avisarle.
“Yo le puse que dónde estaba y él contestó diciéndome que el patrón quería que fuera yo con los niños allá a la alberca y que él me iba a avisar”, contó Ashley.
Ella insistió en preguntarle dónde estaba, pero su mensaje se quedó en visto.
La corazonada de la esposa de Francisco Romero
El mismo viernes, luego de varias horas, Ashley volvió a tratar de ar a Francisco, pero seguía sin tener respuesta. Pensó en llegar al rancho a buscarlo e incluso alcanzó a decirles a sus tres hijos que se alistaran para ir allá.
Sin embargo, dice, tuvo una corazonada y decidió mejor llamar a los patrones de su marido para averiguar porque él no contestaba.
“Le hablé a ella (a Francisca Salazar Carrizales) y me contestó él (Narciso) y me empezó a gritar y decir que si yo sabía lo que había hecho mi esposo… que supuestamente él estaba acosando a su mujer, que la quería violar y que la quería matar, que la amenazaba”, detalló Ashley.
Al parecer, el jueves 10 de agosto, Narciso le había dicho a Francisco que él iba a estar fuera del rancho, pero en verdad se quedó.
Era como una especie de trampa para ver si el trabajador iba tras de su mujer, después de haber descubierto unos mensajes de texto entre ellos unos días antes.
Cuando Francisco llegó a la propiedad ese día y supuestamente entró en o con la señora, salió el esposo y tuvieron una pelea.
“Me dijo que él le había pegado con una pistola en la cara y que supuestamente Francisco se había ido… yo le dije que cómo era posible que se hubiera ido, si me acababa de mandar un mensaje en la mañana (desde esa ubicación)”.
Ante esa pregunta, Narciso siguió dando excusas que le causaron más sospechas a Ashley.
Ella terminó colgándole la llamada y al siguiente día, el sábado 12 de agosto, ó a las autoridades y puso la denuncia por la desaparición de su esposo.
El crimen de Francisco Romero habría sido planeado
Ashley cree que lo que le pasó a su esposo Francisco fue planeado porque los supuestos mensajes comprometedores entre él y la patrona Narciso los encontró el domingo 6 de agosto en la madrugada.
“El sábado 5 de agosto, los vimos. Estuvieron con nosotros conviviendo. Y él (Narciso) me dijo que le había encontrado (a su esposa) unos mensajes el domingo en la madrugada. Y que desde ese día estuvieron texteándole a Francisco, como dándole luz verde de que supuestamente sí iba a pasar algo entre la patrona y él”, detalló Ashley.
Al parecer, era Narciso el que le texteaba a Francisco desde el teléfono de la señora.
La joven viuda no logra entender cómo el patrón de Francisco, quien lo consideraba un hijo y siempre lo trataba bien, terminó cometiendo un crimen tan despiadado, apoyado por su esposa.
"Yo nomás quiero que ellos paguen. Esa es mi preocupación ahorita... Yo a Francisco lo voy a seguir queriendo, aunque digan lo que digan ellos (sobre el amorío)", enfatizó.
Ella insiste en que tenía una buena relación con su esposo, estaban pasando por un buen momento y él solo se preocupaba y esforzaba por sacarlos adelante.
"La verdad, yo no creo que Francisco haya tenido una relación con ella. Lo dudo mucho".
La amenaza de Baños a la esposa de su trabajador
“Él quería que yo fuera, no sé para qué, pero él quería que yo fuera el viernes, y el viernes fue el día que Francisco falleció. Yo no sé si quería hacerme algo a mí, a los niños”, dijo Ashley.
El mismo Narciso le dijo a ella por teléfono que le había pedido a Francisco que la hiciera venir allí al rancho y que si no lo hacía, él iba a ir a buscarla a la casa, agarrarla del pelo y traerla.
“Yo siento que él me quería hacer algo a mí… lo mismo que le hizo a Francisco…. Yo siento que Francisco se murió pensando que nosotros íbamos a ir a ese rancho, y por eso me da más dolor, porque siento que él se fue pensando que me iba a hacer algo".
Ashley contó que la señora Francisca también trató de convencerla para que fuera el sábado 12 de agosto al rancho a reclamar el último cheque de pago de su esposo, lo cual era sospechoso porque a él siempre le pagaban con depósito directo.
Detectives llegan al rancho de Narciso Baños
Narciso Baños y Francisca Salazar Carrizales no estaban en el rancho cuando los oficiales entraron, lo inspeccionaron y descubrieron el cadáver envuelto en plástico dentro de una edificación que servía como oficina.
La pareja llegó justo después del macabro hallazgo y el señor Baños itió todo lo que le había hecho a su trabajador.
Dijo que lo había atado, luego lo encerró en la oficina y golpeó múltiples veces en la cabeza, la cara y el cuerpo por un periodo extendido de tiempo entre el jueves 10 y el viernes 11 de agosto.
Baños recalcó que su esposa Francisca estuvo presente durante los ataques al trabajador.
Liberaron a Francisco Romero
La pareja de acusados declaró que después de la primera golpiza desataron a Francisco y le dijeron que se fuera del rancho, pero como él no estaba en capacidad de manejar, pidió quedarse a dormir allí y parecía incoherente.
En ese momento fue cuando lo obligaron a ar a su esposa Ashley y a enviarle el audio de WhatsApp.
Al día siguiente, cuando Narciso vio que el trabajador todavía estaba en la propiedad, lo volvió a amarrar y le dio de beber un Slim Fast con un popote, según dijo en interrogatorio la señora Francisca.
En el recuento de los hechos durante la audiencia de causa probable contra esta pareja también se expusieron otros detalles de lo ocurrido a la víctima.
Se dijo que tiempo después de darle el Slim Fast, Narciso volvería a donde tenía cautivo al hispano para darle una bebida energética, pero se le chorreó fuera de su boca y notó que su cuerpo estaba tieso.
La pareja contó que salieron del rancho a hacer diligencias y que cuando regresaron encontraron a Francisco sin signos vitales y luego determinaron que estaba muerto.
Ninguno de los dos trató de prestarle los primeros auxilios o llamar al 911, en vez de eso lo envolvieron en plástico y lo dejaron dentro de la oficina.
Todo esto paso el viernes 11 de agosto por la noche y la señora Francisca ayudó a su esposo en el proceso, incluso limpió la sangre de la escena del crimen.
Baños y Salazar Carrizales permanecen presos bajo cargos de secuestro, asesinato y manipulación de un cadáver. Él tiene una fianza de $600,000 y ella de $500,000.
Registros judiciales dicen que Francisco Romero murió de un “traumatismo por objeto contundente” causado por los repetidos golpes que recibió.