5 errores que deberías evitar a la hora de la limpieza facial
Un cutis envidiable, ¿cómo podemos conseguirlo? No hay dudas de que cuando se trata de la piel del rostro, la belleza y la salud no se pueden separar. Si cuidás tu piel -y la mantenés bien limpia- ayudás a que se vea siempre fresca y hermosa.
La piel limpia es esa que tiene un aspecto luminoso (pero sin brillo), es suave, sedosa y tiene una textura uniforme. Esto se consigue eliminando a fondo todo el maquillaje, las impurezas, sudor, sebo y bacterias.
Parece simple, pero ¡no lo es! Si tenés exceso de grasa, barritos, irritación o sentís que no la estás limpiando a fondo, puede que estés haciendo algunas cosas mal. A continuación te cuento 5 errores que puedes estar cometiendo sin darte cuenta a la hora de la limpieza facial. ¡Descubrilos y deciles adiós!
#1 Usás agua y jabón para limpiar tu rostro
¡Grave error! Tratá de evitarlo. Los químicos presentes en el jabón son demasiado agresivos para tu rostro. Lo ideal es comenzar la rutina de la limpieza facial con un desmaquillante, un producto formulado para eliminar el exceso de oleosidad, sudor y células muertas de tu piel, pero que garantiza su integridad.
El desmaquillante debe preservar los componentes que, de modo natural, se encuentran en la superficie de tu piel y mantener el pH balanceado; su función de barrera y un nivel adecuado de hidratación.
#2 Usás un desmaquillante inadecuado
Un desmaquillante demasiado fuerte será agresivo con tu piel porque alterará su pH y, al alterar su función de barrera, puede causar molestias, enrojecimiento y deshidratación. ¡Ese no!
Por otro lado, tampoco es recomendar uno demasiado suave que no cumpla su función y que no termine de limpiar correctamente las impurezas. No cualquier desmaquillante es el adecuado. A la hora de elegirlo, deberás tener en cuenta tu tipo de piel y qué tan sensible es, el tipo de maquillaje que usas y las necesidades particulares de tu piel. ¿Lo estás haciendo?
#3 Usás desmaquillante solo para eliminar el maquillaje
El desmaquillante tiene como función primaria eliminar los restos de maquillaje, pero en realidad también sirve para remover sebo y restos de impurezas. Es, entonces, el primer paso de toda rutina de cuidado de tu piel. Podés incluir este producto en tu rutina de belleza matutina y usarlo también por la noche, antes de irte a la cama, aunque no te hayas maquillado.
Es buena idea considerar un producto a base de agua micelar, porque contiene partículas micelares que limpian la piel atrapando maquillaje, residuos e impurezas para que pueda respirar. ¡Buen tip!
#4 Frotás y refregás tu piel al limpiarla
¡Por favor, NO! ¡Evitalo a toda costa! Te sugerimos que los productos que uses sean adecuados para tu piel y de buena calidad, para que no tengas que ser agresiva al limpiar el rostro. El agua micelar, con sus partículas magnéticas micelares, encapsulan la grasa y las impurezas para que no tengas que frotar ni una sola vez.
¿Resultado? Una piel más linda, sauve y SIN IRRITACIONES.
#5 Limpias tu piel ¡y listo!
La limpieza facial es el primer paso de la rutina, pero no es el único. Después de limpiarte la cara, esta queda libre de impurezas y toxinas y comienza a oxigenarse, momento ideal para el segundo paso del cuidado: hidratación.
Para elegir el producto adecuado, asegurate que sea acorde a tu tipo de piel, que sea no comedogénico (que no obstruyen los poros y no generan puntos negros). Además tené en cuenta otros factores como el momento del día, ¡no son iguales las cremas de día que las de noche! Incluso hay cremas que se aplican en determinada zona del rostro o que tienen funciones específicas, como equilibrar, tonificar o reafirmar.
Si te diste cuenta que estuviste cometiendo estos errores no te preocupes, lo importante es que podés comenzar a trabajar HOY para conseguir la piel que querés tener.