A través de 40 polémicos mensajes ubicados en la frontera entre México y Arizona y algunos países de Centroamérica como El Salvador, Honduras y Guatemala, el gobernador de Texas, Greg Abbott, busca frenar la inmigración. El costo de la campaña supera los 100,000 dólares y ha levantado reacciones debido a la crudeza de lo que allí se expresa, tocando temas sensibles como las violaciones a mujeres migrantes, entre otros.