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Donald Trump

Discursos de Trump en los últimos 9 años revelan un "dramático" aumento de su retórica violenta, según expertos

En los últimos años, el discurso del candidato republicano Donald Trump se ha vuelto más violento y excluyente, a menudo haciendo uso de términos como “asesinos, violadores y matones" para referirse a presuntos criminales, según un análisis de las palabras del republicano hecho por dos politólogos de UCLA.
Publicado 4 Nov 2024 – 08:59 AM EST | Actualizado 4 Nov 2024 – 08:59 AM EST
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La carrera política de Donald Trump ha estado marcada por un estilo retórico único y a menudo controvertido. Desde 2015, su retórica ha evolucionado significativamente, atrayendo la atención por su tono directo y a menudo violento.

Analizar sus discursos ofrece una visión reveladora de cómo su lenguaje ha dado forma tanto a su personalidad política como al panorama más amplio de la política estadounidense.

Somos politólogos que analizaron la campaña de Trump y los discursos presidenciales desde 2015 hasta 2024. Descubrimos que una de las tendencias más llamativas en la retórica de Trump es el fuerte aumento en su uso del vocabulario violento. La proporción de palabras asociadas con la violencia aumentó de casi el 0.6 % en 2016 al 1.6 % en 2024 en los discursos de Trump. A modo de comparación, la proporción de palabras violentas en 40 discursos radiofónicos semanales de Barack Obama elegidos al azar fue del 0.79%.

Desde la primera campaña de Trump en 2015 hasta los siguientes nueve años, sus discursos han incluido cada vez más palabras y frases relacionadas con el crimen y el conflicto militar. En marzo de 2024, por ejemplo, Trump dijo que "va a ser un baño de sangre para el país" si no es reelegido en noviembre.

Para 2024, el uso del lenguaje violento d e Trump había superado al de casi todos los demás políticos demócratas que consideramos, aproximándose al de figuras autoritarias como Kim Jong Un y Fidel Castro.

Este aumento en la retórica violenta no está relacionado con eventos externos significativos como las guerras. Trump ha centrado su mensaje en los delitos violentos, particularmente en las ciudades estadounidenses, incluso cuando las tasas de criminalidad estaban disminuyendo. Sus repetidas referencias a "asesinos, violadores y matones" pintan una imagen de una nación sitiada, aumentando la ansiedad entre sus partidarios.

Al mismo tiempo, se describe a sí mismo como un líder fuerte capaz de enfrentar estas amenazas percibidas.

El lenguaje económico y de servicio público disminuye

Si bien la retórica de Trump se ha vuelto más violenta, simultáneamente se ha alejado del discurso político tradicional sobre el rendimiento económico y los servicios públicos. Al principio de su carrera política, Trump mencionó con bastante frecuencia cuestiones económicas, abordando las preocupaciones sobre el empleo, el comercio y la prosperidad. Con el tiempo, sin embargo, su enfoque en la economía ha disminuido significativamente.

Esta tendencia no es exclusiva de Trump. Tanto los candidatos demócratas como los republicanos han estado utilizando menos vocabulario económico en sus discursos desde al menos 2012.

Sin embargo, la retirada de Trump de las discusiones económicas es particularmente pronunciada. Siempre se ha centrado menos que otros candidatos presidenciales en la prestación de servicios públicos como atención médica, vivienda y transporte. Sus discursos contenían menos palabras como "medicina", "educación", "cuidado de niños", etc.

En cambio, su retórica se ha centrado cada vez más en la política de identidad y las cuestiones culturales, reflejando cambios más amplios en el discurso político de los Estados Unidos.

Trump se aleja del lenguaje inclusivo

El populismo a menudo se caracteriza por un enfoque en "el pueblo" frente a "las élites", con políticos presentándose como defensores del ciudadano común contra los insiders corruptos. Al principio de su carrera política, Trump usó un lenguaje tan inclusivo invocando a "la gente" con bastante frecuencia.

Este cambio de la retórica inclusiva a la excluyente refleja una estrategia más amplia de definir la política como una batalla entre "nosotros" y "ellos", con Trump presentándose a sí mismo como el defensor de los estadounidenses comunes contra las amenazas externas.

El estilo retórico de Trump ha sufrido cambios significativos desde que lanzó su primera campaña presidencial. Durante su carrera inicial en 2015-2016, su lenguaje se volvió más inclusivo, con un aumento en el uso de "nosotros" y "la gente" y menos referencias a las élites y grupos sociales que él ve negativamente ("ellos").

Sin embargo, una vez en el cargo, sus discursos exhibieron un estilo más combativo. Su uso del lenguaje violento se disparó, y las referencias a "ellos" se hicieron más frecuentes.

Esta evolución sugiere que la retórica de Trump es adaptable, cambiando en respuesta a los contextos políticos y a la audiencia que pretende atraer. Su creciente uso del lenguaje inflamatorio y las palabrotas después de asumir el cargo contrasta con el tono más medido que adoptó durante su campaña de 2016.

Ataques agresivos a las élites

La retórica de Trump se puede entender más completamente comparándola con la retórica de otros candidatos presidenciales estadounidenses desde 1952, así como con los líderes mundiales, tanto demócratas como autoritarios.

Los únicos otros candidatos presidenciales recientes con niveles de lenguaje violento comparables a los de Trump en 2024 fueron el republicano George W. Bush y el demócrata John Kerry en 2004. Pero mientras Bush y Kerry discutían la guerra en curso de Irak, que entonces estaba causando cientos de víctimas estadounidenses al año, las afirmaciones violentas de Trump no estaban conectadas con eventos o estadísticas reales.

En términos de populismo, Trump se destaca de otros líderes por sus ataques agresivos a las élites. Desde el comienzo de su carrera política en 2016, Trump ha hablado de su intención de "drenar el pantano", refiriéndose a la corrupción de las élites políticas. Mientras que los candidatos populistas a menudo critican a los expertos políticos, la frecuencia de las denuncias de Trump supera a la de los candidatos presidenciales estadounidenses más recientes.

Los discursos de Trump de 2024, por ejemplo, presentan muchas más referencias a las élites corruptas que las de sus predecesores, revelando un apego más profundo a la retórica populista excluyente.

Si bien la retórica de los políticos no siempre predice sus acciones, el creciente apego de Trump al lenguaje violento y los temas populistas puede ofrecer una visión de su enfoque futuro, ya sea como presidente o en la derrota. Como politólogos, creemos que el auge de tal retórica merece un seguimiento cercano debido a sus posibles implicaciones para el panorama político más amplio.

*Nikita Savin, candidato doctoral en Ciencia Política, University of California, Los Angeles

*Daniel Treisman, profesor de Ciencia Política, University of California, Los Angeles

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original en inglés aquí.

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