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“No puede hablar ni jugar”: Un hombre es declarado culpable por golpear a su hija de 4 años hasta dejarla en coma

Tekquan Alexander, de 28 años, fue declarado culpable de tortura infantil, tras golpear brutalmente a su hija de 4 años en Thousand Oaks, California, dejándola en coma y con lesiones cerebrales y en la columna.
Publicado 13 Nov 2024 – 06:51 PM EST | Actualizado 13 Nov 2024 – 06:51 PM EST
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CONDADO DE VENTURA, California. – Tekquan Alexander, de 28 años, fue declarado culpable de maltratar y golpear a su pequeña hija de 4 años hasta dejarla en estado de coma.

El hombre, originario de Thousand Oaks, enfrenta cargos de tortura, agresión y abuso infantil, además de factores agravantes como aprovecharse de su posición de confianza sobre la menor.

Tekquan Alexander la golpeó con un cable eléctrico

El incidente ocurrió la semana de Acción de Gracias de 2021, cuando Alexander golpeó repetidamente a su hija con un cinturón. Días después, la atacó nuevamente al descubrir que había mojado la cama.

En esta segunda agresión usó un cable electrónico , golpeándola hasta dejarla inconsciente en el baño. La niña fue trasladada de emergencia al Hospital Infantil de Los Ángeles, donde se le diagnosticaron múltiples traumatismos.

De acuerdo con especialistas que atendieron a la menor, ésta presentaba traumatismo grave con lesiones “catastróficas” cerebrales y en la columna, además de fracturas y numerosos cortes y hematomas.

De acuerdo con documentos de la corte, la pequeña sufrió a manos de Alexander durante una semana abuso físico intenso, que incluyó además del uso de cinturones y cables, una cuerda y golpes con los puños.

La pequeña no puede reir, jugar ni correr

Además, durante una búsqueda en el domicilio de Alexander, las autoridades también encontraron un rifle de asalto sin asegurar, así como una pistola, lo cual representaba otro peligro inminente para la menor.

La fiscal Rikole Kelly destacó la magnitud del abuso y las devastadoras secuelas irreversibles que la menor, ahora de 7 años, enfrenta: “No puede hablar, reír, jugar ni correr”, debido a las lesiones que sufrió.

Ahora el responsable enfrenta una pena máxima desde siete años hasta cadena perpetua en una prisión estatal. Su sentencia se dictará el próximo 12 de diciembre, donde se buscará brindar una medida de justicia a la víctima.

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