Violencia convertida en arte: este performance prueba la maldad que tenemos dentro
¿Qué pasaría si permitieras que un grupo de personas hiciera lo que quisiera con tu cuerpo durante seis horas? La artista de performance Marina Abramovich lo descubrió en 1974, cuando colocó docenas de artículos sobre una mesa y permitió que gente extraña utilizara los artículos en ella de la forma en la que quisieran.
Para el performance, llamado Rhythm 0, la artista serbia colocó 72 objetos sobre una larga mesa que incluía instrumentos como flores, lápiz labial, tenedor, sal, una bufanda, perfume, velas y hasta una pistola y una bala.
Los asistentes fueron invitados a elegir un objeto y usarlo con la artista de la manera que quisieran. Marina Abramovich aseguró que no se movería durante seis horas, pasara lo que pasara y manifestó que asumiría total responsabilidad de lo que allí pasara. Es decir, la artista adoptó un rol pasivo para permitir que la audiencia manipulara su cuerpo.
El resultado
Los espectadores tenían la instrucción de usar los objetos como quisieran y en un inicio fueron pacíficos y hasta tímidos. Pero con el paso de los minutos, los actos comenzaron a ser más violentos.
Mediante Rhythm 0, la artista confirmó la tendencia natural del ser humano a la violencia y cómo ésta se incrementa cuando la víctima es más vulnerable y no tiene cómo defenderse.
Como puedes ver el arte no solo es una expresión de la belleza del mundo, sino que también pone a prueba los límites del público y el artista.