null: nullpx
bienestar emocional

3 consejos para no seguir preocupándote por todo como mamá

Publicado 3 Abr 2015 – 04:30 PM EDT | Actualizado 2 Abr 2018 – 09:15 AM EDT
Comparte

Cuando una mujer es madre no le faltan motivos para preocuparse. Sin embargo, algunas veces podría angustiarse más de lo debido. Si eres de las madres que suelen preocuparse por todo, este artículo seguramente te ayudará mucho.

¿Por qué cosas se preocupan las madres?

Cuando recibo a las mamás en mi consultorio, veo que algunas manifiestan un interés demasiado marcado en preverlo todo. “¿Y si hace demasiado frío? ¿Y si se pelea con alguien en la escuela? ¿Y si tiene un accidente? ¿Y si no pasa de año?” Muchas de ellas reconocen que se preocupan por cosas que a los demás no les inquietarían o que no pueden solucionar y por eso se sienten como esos ratones que corren dentro de una rueda: corren y corren pero nunca llegan a ninguna parte. ¡Qué manera de sentirse agobiadas! ¿Verdad?

Es cierto que los días que nos toca vivir quizá sean los más violentos y complicados de la historia y a veces a todas nos cuesta tener preocupaciones tan serias como para dificultarnos el sueño. Pero, ¿realmente todas sufrimos por cosas malas todo el tiempo? ¿No será que a veces queremos anticiparnos tanto, prever tanto, que no podemos disfrutar el presente?

Algunos tips para no preocuparse en demasía

Preocuparse ayuda en cierta medida pero siempre y cuando nos lleve a hacer lo que es debido en cada caso. Por eso mi primer tip es; ANTE CADA SITUACIÓN ANALIZA si esa preocupación te llevará a hacer algo que REALMENTE EVITE lo malo que podría pasar. Un ejemplo: si piensas constantemente que el micro escolar en el que viajan tus hijos podría tener un accidente y quizá no los veas más ¿realmente ese pensamiento te ayudará a evitar ese posible accidente? ¡Por supuesto no! En este caso, preocuparte no te ayudará a hallar una solución.

En segundo lugar, enfrenta las preocupaciones una a una. Preocúpate por lo que puedes solucionar hoy, deja de lado lo que no puedes solucionar ahora y/o lo que aún no ha ocurrido.

Tercero: ACEPTA la idea de que no puedes controlarlo todo y que habrá cosas que no podrás cambiar, al menos en el corto plazo. Recuerda que quizá no puedas cambiar lo que sucede, pero sí puedes cambiar tu modo de verlo y de reaccionar ente esa situación.

En resumen, la preocupación desmedida puede evitarse porque puede cortarse la cadena de malos pensamientos que la componen. Detén el tren de malos pensamientos justo al tener el primero, reemplázalos por ideas positivas y verás como en poco tiempo la ansiedad dejará paso a una preocupación sana que te impulse a actuar responsablemente en favor de tus hijos y así ayudarás a tus hijos a controlar su ansiedad.

Comparte
RELACIONADOS:reducir el estres