Comer chocolate durante el embarazo: así es cómo puede beneficiar a tu bebé, según estudio
Qué bien viene un chocolate para mejorar el humor y hacerles frente a los dolores de espalda, ¿no?
Según la página de información para embarazadas Fit Pregnancy, la asociación sin fines de lucro Society for Maternal and Fetal Medicine dirigió un estudio con resultados sorprendentes relacionados al consumo de chocolate.
Así es delicioso cuidarse
Ya se sabía que el consumo de chocolate regula la presión durante el embarazo, reduciendo el riesgo de hipertensión, y por tanto, se sospechaba que reduce el riesgo de preeclampsia, una complicación peligrosa tanto para ti como para tu bebé, debida a la alta presión y al daño de algunos órganos durante el embarazo.
El estudio se centró en el contenido de flavonoides del chocolate como causante, así que de las 129 mujeres que participaron del estudio, casi la mitad consumió chocolate con bajos niveles de flavonoides, y la otra parte se alimentó con chocolate de alto contenido de flavonoides.
Para sorpresa de los investigadores, no se encontró diferencia entre los dos grupos: todas las mujeres del estudio, que habían consumido 30 gramos diarios de chocolate, tuvieron buenos resultados. Las ecografías doppler mostraron índices positivos, mejores que los esperados para el resto de la población.
El estudio indica que el chocolate puede tener un impacto positivo en la placenta y en el crecimiento fetal, pero los investigadores aún no han comprobado hasta qué punto. Al mismo tiempo, no está asegurado que el chocolate reduzca el riesgo de preeclampsia, de acuerdo al portal Health News Review. Tampoco es posible saber en qué medida es recomendado para cada caso el consumo de chocolate. Solo podemos sacar la conclusión de que es bueno darse un gusto de vez en cuando.
Antes de que te lances a la góndola de las barras de chocolate sin ninguna culpa, recuerda que la moderación es clave, especialmente en el embarazo. El chocolate contiene cafeína (cuanto más amargo, o puro, mayor es su contenido), cuyo consumo puede causar que el bebé no llegue al peso adecuado. Además, el excesivo consumo de azúcar durante el embarazo puede desembocar en diabetes gestacional, una condición que puede causar lo contrario, sobrepeso en el bebé, y traer complicaciones para el parto.
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