Las jirafas bebés tienen abuelitas que las consienten: así es como las ayudan a sobrevivir
Las jirafas son algunos de los animales más impresionantes que podemos encontrar en la sabana africana, y se las han arreglado para pasar desapercibidas al estudio humano.
Hasta hace tan sólo unos años se creía que las jirafas eran socialmente distantes y que no formaban vínculos duraderos con otros especímenes.
A pesar de que se les veía moviéndose en mandadas no parecía que tuvieran un grupo social determinado. Esto llevó a algunos investigadores a creer que no desarrollaban lazos sociales más que los existentes entre madres y sus crías.
Actualmente, gracias a las nuevas cámaras usadas en la investigación y a novedosos métodos de análisis de datos, los científicos descubrieron que estas enormes criaturas en realidad son más amistosos de lo que parece.
Zoe Muller y Stephen Harris, investigadores de la Universidad de Bristol, recopilaron en una publicación más de 400 estudios que muestran una comprensión más amplia de la forma en que socializan las jirafas.
De acuerdo a la evidencia que obtuvieron, es común encontrar algunos especímenes solitarios, pero también se asocian en pequeños grupos de 3 a 9 individuos.
Estos grupos de jirafas incluían a madres con sus hijos, aunque también a otras parejas de hembras a las que se ha observado juntas hasta por seis años.
En estas mini manadas coexisten hasta tres generaciones de individuos emparentados y por lo regular las adultas ayudan a cuidar a todas las crías, sean suyas o no.
En algunos casos y después del ataque de un depredador, se han observado que varias de ellas lamentan la muerte del bebé de otra jirafa.
Este tipo de relaciones son más comunes en las jirafas hembra, incluso en cautiverio, por lo que la mayoría de los rezagados son machos.
Este descubrimiento sugiere que las jirafas tienen sociedades matrilineales, algo que los científicos no esperaban.
Las jirafas hembra tienen una esperanza de vida de 30 años. Sin embargo, su edad reproductiva llega hasta los 20, por lo que pasan más de un tercio de su vida como adultos post reproductivos.
Existen otras especies con una vida reproductiva similar, como los elefantes, las orcas y los seres humanos.
Los especialistas sospechan que, al igual de como sucede con algunos humanos, las abuelas jirafas tienen un papel crucial en la crianza de las crías. Aunque esto todavía no se ha documentado y se necesitan más estudios al respecto.
Los grupos sociales de estos grandes mamíferos también podrían significar que cuentan con habilidades de comunicación complejas que hasta ahora son desconocidas.
Estos animales no son muy ruidosos y se sabe que nunca bostezan; eso sí, son capaces de toser, silbar, gruñir e incluso tararear. También se comunican visualmente con movimientos de sus orejas y ciertas posturas.
Gracias a su desarrollo de sociedades complejas las jirafas han logrado sobrevivir a ecosistemas complejos repletos de depredadores.
Lamentablemente, los investigadores alertan que la población de jirafas ha disminuido por lo menos en un 40% desde 1985, por lo que están incluidas en la lista roja de especies amenazadas de la UICN.
Se espera que al estudiar las sociedades de las jirafas se pueda comprender su conducta y planear mejores estrategias para su conservación.
¿Crees que los científicos descubran pronto algo increíble de la sociedad de las jirafas? Da tu opinión en los comentarios.
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