Ya podemos tener hijos "perfectos" de laboratorio, pero no lo hacemos por este importante motivo
Es un hecho: con el descubrimiento de la decodificación de los genomas a inicios de la década del 2000 la comunidad científica fue capaz de entender de forma definitiva los componentes del ADN en cada organismo. Posteriormente en 2013 se dio a conocer la técnica CRISPR, una serie de procedimientos genómicos que ya no solo permitían detectar con exactitud un código de ADN, sino modificarlo.
En la actualidad los biólogos especializados en genética son capaces de manipular a su antojo el ADN de plantas, bacterias y algunos animales pequeños. Muchos de estos expertos sostienen que ya se cuenta con la tecnología necesaria para modificar la genética de los humanos, especialmente si hablamos de aquellos bebés que vienen en camino, pero pocos se atreven a intentarlo.
En la serie de documentales En pocas palabras de Netflix, se dedica un episodio a la edición genética. Este audiovisual reúne a los mejores especialistas genómicos y sociólogos a nivel mundial para que expliquen por qué el CRISPR aún no es opción para los humanos.
El afamado sociólogo John Evans explica que la raíz del debate en torno al CRISPR radica en que estamos pensando en futuras mejoras sin priorizar los problemas actuales:
Jennifer Doudna ingeniera genómica pionera del CRISPR explica por qué es tan diferente la posibilidad de modificar el ADN en humanos ya existentes si lo comparamos con editar genes en un embrión o un esperma:
Además, las razones y percepciones sobre una posible "mejora" en el ADN varían. Para Rebecca Codley —una reconocida activista de derechos humanos que vive con enanismo—, su condición no representa un obstáculo ni algo que deba ser "erradicado":
Como ves, la ciencia ficción que hemos visto en películas como Gattaca (1997), en donde la modificación de ADN en los futuros hijos de la sociedad mundial en general olvida tomar en cuenta muchas cuestiones subjetivas.
Ya existen los primeros grupos científicos que comienzan a preparar el terreno para una modificación de ADN en un embrión humano, pero con las leyes restrictivas en al menos 25 países respecto a la modificación genética y la cuestionable cantidad de voluntarios dispuestos a entrar a la experimentación, el CRISPR aún tiene un largo camino pro recorrer.
¿Qué opinas tú al respecto?
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