Flexiones en vigas y pernos mal colocados, las causas del colapso en la Línea 12 del Metro de Ciudad de México
Fallas en los soportes de acero y una deficiente colocación de pernos de sugesión fueron las causas del colapso del tramo elevado de la Línea 12 de la Ciudad de México que cobró la vida de 26 personas y dejó otras 126 lesionadas el pasado 3 de mayo.
Así lo dio a conocer el dictamen técnico final presentado el martes por la empresa noruega DNV al gobierno de la capital del país. En él se lee que la causa del colapso del tramo elevado entre las estaciones Olivos y Tezonco fue el pandeo de las vigas por la ausencia de 'pernos Nelson' funcionales.
En el documento de 180 páginas que fue subido a internet, y que incluye los antecedentes de la obra, el alcance del trabajo, los resultados y el análisis estructural se señala que parte del tramo elevado operaba como dos vigas paralelas independientes —una de concreto y la otra de acero— debido a la falta de los pernos, que son unos tornillos gruesos soldables, que debieron mantenerlas unidas.
Las vigas, aseguran, experimentaron condiciones de carga para las que no estaban diseñadas. Esto provocó la distorsión del marco transversal central e inició la propagación de grietas que redujeron aún más la capacidad de la estructura para soportar la carga.
El documento señala que, a partir de una inspección en video realizada por drones en diciembre de 2019, “se identificó deflexión decendiente significativa” en la viga norte y la viga T-6, ubicado en el tramo que se vino abajo.
En la viga norte, la deflexión “fue mayor a 7.62 centímetros”; sin embargo, indica el dictamen, no era detectable en una inspección visual simple.
En el análisis no se encontró evidencia de que los componentes que se encuentran al lado de la vía, balasto o durmientes, hayan presentado falla alguna y se encontraban en buenas condiciones generales.
La inspección también arrojó que en 2017 ya se había identificado una deformación en la viga norte, antes del terremoto ocurrido en septiembre de de ese año, lo que indica que la estructura ya se encontraba comprometida desde antes, y no como consecuencia del evento telúrico. Sin embargo, las conclusiones señalan que las deformaciones no eran detectables a través de una inspección visual simple.
Adicionalmente, los especialistas de DNV hallaron que entre los años 2015 y 2019 la humedad se extendió y la separación de concreto en el marco transversal central se amplió. La humedad encontró rutas de salida a través de grietas y desde la parte superior hasta el fondo de la cubierta.
Este informe se entregó como parte de las investigaciones que se encuentra llevando a cabo el gobierno de la Ciudad de México para determinar las causas de la tragedia ocurrida la noche del 3 de mayo. A él se sumará un análisis de causa/raíz que determinará las barreras que no funcionaron para prevenir que ocurrieran los mecanismos de falla, y los resultados de la fase 3 se emitirán en un reporte independiente a mediados de septiembre.
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