Proponen extender a todo México la prohibición de vender comida chatarra y refrescos a niños
Luego de que el pasado miércoles el Congreso del sureño estado de Oaxaca aprobó prohibir la venta de comida chatarra y refrescos a menores de edad, como parte de la lucha de México contra la industria de alimentos procesados, otros estados del país e incluso legisladores han comenzado a proponer leyes similares, pese al rechazo generalizado de empresarios en México, Estados Unidos e incluso en la Unión Europea.
Este miércoles el senador panista Raúl Paz Alonzo propuso prohibir en todo el país la venta de refrescos y comida chatarra a niños. En su iniciativa también se establece prohibir “la publicidad actual de alimentos empaquetados de alto contenido calórico y de bebidas azucaradas”, a fin de apoyar la nutrición infantil ante el coronavirus, según detalló el portal Animal Político.
“Se indica que las campañas publicitarias deberán ajustarse a la información sobre las características, calidad y técnicas de elaboración de la bebida o comida y no presentarla como de bienestar o salud, o asociarlos a celebraciones cívicas o religiosas”, detalló el Senado en un comunicado, sobre la propuesta.
Los estados de Tabasco e Hidalgo también han lanzado ya propuestas similares para que se aplique de forma local.
Con la aprobación de estas medidas en Oaxaca, se convirtió en la primera entidad con esta normativa en México, el segundo país con mayor índice de sobrepeso y obesidad del mundo.
La legisladora Magaly López, del obesidad infantil al tiempo que reporta la desnutrición como novena causa de muerte.
La legisladora explicó que sólo los adultos podrán adquirir estos alimentos, por lo que responsabilizó a los padres de familia de su salud.
La pandemia del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 ha agudizado el escrutinio sobre la industria de alimentos procesados en México, donde cerca de dos de cada cinco de los casi 49,000 muertos por covid-19 tenían hipertensión, más de un tercio diabetes, y casi una cuarta parte obesidad.
Además, especialistas de la Alianza por la Salud Alimentaria afirman que el consumo de bebidas azucaradas propicia más de 40,000 muertes al año.
Rechazan medida por crisis económica
Sin embargo, otros legisladores y empresarios cuestionaron la aprobación de esta ley durante la crisis económica.
Un grupo de doce empresarios oaxaqueños afiliados a la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) aseveró que la medida daña sus ingresos, golpeará la economía familiar y no resuelve el problema.
Pero los empresarios mexicanos no son los únicos que han expresado su descontento ante las medidas que se han estado tomando en varias partes de México para combatir la obesidad y el sobrepeso.
De acuerdo con la agencia Reuters, Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá y Suiza, hogar de algunas de las empresas de alimentos más grandes del mundo, han presionado a México para que retrase las próximas advertencias sanitarias sobre alimentos y bebidas procesados, según mostró un documento de la Organización Mundial del Comercio.
La norma mexicana que rechazan, entrará en vigencia en octubre, y hace obligatorio un etiquetado nutricional en la parte delantera del paquete que describa claramente los riesgos para la salud que se presentan cuando esos productos tienen un alto contenido de azúcares, calorías, sal y grasas saturadas o trans.
Según las actas de la OMC de una reunión del Comité de Obstáculos Técnicos al Comercio del 13 al 14 de mayo, publicadas el lunes, la delegación de EEUU dijo que apoya el objetivo de salud pública de México de reducir las enfermedades no transmisibles relacionadas con la dieta, pero que le preocupa lo planificado del etiquetado puede ser "más restrictivo del comercio de lo necesario para cumplir con los objetivos legítimos de salud de México".
"México ha elegido umbrales de nutrientes más estrictos que los umbrales establecidos por otros países", dijo la delegación de Estados Unidos, citando las opiniones del gobierno y nueve grupos comerciales.
Estados Unidos, Suiza, Canadá y la UE se opusieron a la fecha de implementación del 1 de octubre.
Washington y la UE solicitaron un retraso de dos años, mientras que Canadá pidió que el inicio se retrasara 12 meses. Suiza instó a que se pospusiera sin especificar un cronograma.
México, el mayor consumidor de alimentos procesados en América Latina y el cuarto más grande del mundo.
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